lunes, 28 de mayo de 2012

Hoy no



De veras creía que iba a morir.

Los focos me cegaban y la realidad se volvía sorda, difusa, asfixiante, irreal. Minutos que se hacían horas, horas que se convertían en años. Latidos cada vez más rápidos, apremiantes, desbocados, amartillando implacables pecho, garganta y cabeza. Mi cuerpo no respondía, ni al propio control ni a las palabras de mi amado que ya no alcanzaba a comprender. La duda acechante y cada vez más omnipresente de si ese latir frenético podía durar para siempre, frenar poco a poco, parar de golpe y no volver a la carga. Nunca. Jamás.

Parece ser que el frikismo se lleva en vena. En Juego de Tronos, Syrio Forel una de las cosas que le enseña a Arya Stark es: 

"Sólo existe un dios, y se llama Muerte. Y sólo hay una cosa que decirle a la muerte: Hoy no."

Si hubiera tenido fuerzas, habría esbozado una sonrisa al cruzar estas palabras por mi mente. 

Reiteradamente, con tozuda insistencia, a pesar de todo: Hoy no. 

Aún tengo que vivir mucho con mi familia y mis amigos, aún tengo mil cosas que aprender y mejorar, miles de lugares por descubrir, historias que leer, ver y escuchar, toneladas de carcajadas que reír y lágrimas por derramar.

Con fuerza, con ánimo, con esperanza, respirando hondo y plantando cara. 

Hoy, no.


No hay comentarios:

Publicar un comentario